La contemplaba cada noche,
fascinada por el brillo
del cual hacía derroche.
Y en un arranque de fortuna,
alcé las manos hacia el cielo...
Y fue mía, mi Luna.
La contemplaba cada noche,
fascinada por el brillo
del cual hacía derroche.
Y en un arranque de fortuna,
alcé las manos hacia el cielo...
Y fue mía, mi Luna.
Jamás, previo a ti, he vivido
contraste con tal sentido
cual sal resaltando el dulce,
bailando al ritmo que pulse.
Recorriendo en claroscuro
del pecado a lo más puro,
somos ritmo, suave y duro,
entre pasado y futuro.
Los opuestos que se atraen,
las barreras que se caen...
Yo de hielo y tú de fuego,
te amo ahora y pienso luego.
Quererte al ritmo
de tu melodía
le ha dado a mi vida
tan grande alegría.
En la partitura
dejamos plasmado
amor y ternura
en un son cantado.
Es arte sonoro,
es pura canción,
dueto en armonía
clave de pasión.
No existe la distancia
pues estamos unidos
como dos corazones
con un mismo latido.
¿Qué podría separar
partes de un mismo ser?
Estamos conectados
por un grande querer.
La distancia no importa,
sólo es superficial...
si te llevo en el alma
y tú lo haces igual.
Mereces que amen tu cuerpo y tu mente,
también que hablen de amor y lo demuestren,
mereces alguien constante y presente,
alguien de los que cuidan y consienten.
Por tanto que has vivido y ser tan fuerte
mereces que te admiren y respeten.
Pues das todo de ti cuando a a alguien amas,
mereces lo que buscas y reclamas.
Tantas las palabras,
De valor privadas,
Que te pintan
Campos y ensenadas.
Prefiero sonrisas
Y hablar con miradas.
Quema tu discurso,
Lánzalo a la nada.
Hoy te mando un abrazo:
un abrazo de oso,
que sea grande, muy grande,
bien tierno y cariñoso.
Hoy te envío un saludo:
un saludo afectuoso,
cinco besos al aire
y un abrazo de oso.